Película de Borja COBEAGA, España, 2025
Crítica de Véronique Gille, traducción adaptada
Duración: 88 min.
Año: 2025
País: España
Dirección: Borja Cobeaga
Guion: Borja Cobeaga, Valentina Viso
Música: Arantzazu Calleja
Fotografía: Bet Rourich
Reparto: Quim Gutiérrez, Juan Diego Botto, Iñaki Ardanaz, Mikel Losada, Laura Weismahr, Ramón Barea, Sofía Otero, Irati García, Irati Goitia, Mara Garcés Renedo, Vera López, Aitor Sanz Álvarez, Teresa Hurtado Ory
Género: Comedia.Road Movie. Años 80. Paternidad
La película de Borja Cobeaga es una comedia sencilla para una pequeña producción, divertida, pero nada más. Hay un buen cuarteto de actores en los papeles de estos padres despistados y la interpretación de los jóvenes actores en el de sus hijos no se queda atrás. Los cuatro (com)padres deberán acompañar a sus hijas a Berlín – estamos en 1989 – donde tendrán que participar en el campeonato mundial juvenil de gimnasia. De hecho, las madres deben retirarse después de una noche de (demasiada) borrachera. Así que aquí están estos padres, bastante indiferentes a los demás, obligados a hacer de niñeras. Angustiados y sobre todo abrumados, multiplican los errores garrafales y el director saca chistes y diálogos divertidos de su febril incompetencia, de su lento descubrimiento y aprovecha para lanzar un alegre desaire a los prejuicios machistas. La historia de este aprendizaje puede ser tierna y divertida, pero el patrón sigue siendo muy clásico.



Los padres afrontan este viaje de mala gana. El tono de esta comedia costumbrista no es nuevo y más bien manido. De nada sirve escribir que la película, como la producción, carece de relevancia. Podría haber sido relevante por la universalidad de su tema: la cobardía de los hombres ante sus responsabilidades, pero el cineasta desborda de comprensión por sus personajes y les concede una segunda oportunidad. El final de los años 80 todavía estaba empapado del tinte educativo al que eran sometidos los padres de estos padres cuarentones. Precisamente la comedia quiere sacudir el patriarcado con este cambio de roles… que no debería ser. Ciertamente no es la película del año con sus escenas previsibles, sus imágenes convencionales, sus picados repetitivos y aburridos, su maraña de temas (machismo, educación, condición de la mujer, emigración, desempleo provocado por la crisis siderúrgica en el País Vasco, ruptura familiar…), pero los amantes de este género ignorarán este detalle.



La comedia funciona, dejándose llevar por el cuarteto a menudo justo y a veces divertido, tanto mejor porque nunca ataca a sus personajes, retuerce sus defectos, es cierto, pero siempre con mucha ternura para que crezcan y se revelen a sí mismos solos. Por supuesto, son las propias hijas de estos padres desorientados quienes les ayudarán a crecer, al igual que el personaje femenino de Eva, la gimnasta de Alemania del Este que entrena con energía a las jóvenes. Implícitamente emerge, pues, una imagen de la educación que está en proceso de cambio a finales de los años 1980 y la de un género masculino que finalmente parece dispuesto a hacerse cargo de su descendencia, naturalmente como debería. De esta comedia ligera emana un pequeño aroma de amor cuya fragancia se conserva en las leves sonrisas del público.






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