Ficha técnica
Dirección: Panos Cosmatos
Guión: Panos Cosmatos, Aaron Stewart-Ahn
Intérpretes: Nicolas Cage, Andrea Riseborough, Linus Roache, Bill Duke, Richard Brake, Hayley Saywell, Line Pillet, Ned Dennehy, Clément Baronnet
Música: Jóhann Jóhannsson
Género: Terror, Fantástico, Futuro postapocalíptico, Monstruos, Familia
Fotografía : Benjamin Loeb
País: Estados Unidos
Año: 2018
Duración: 121 minutos
Crítica
Muy poco dialogo y de escasa profundidad para una película totalmente visual, perturbadora, onírica, surrealista e impactante en la que la música de Johan Johanson, compositor islandés fallecido el pasado febrero, juega un papel fundamental. La banda sonora le da intensidad, peso y romanticismo.
Como espectadores lo vemos todo desde la distancia y aunque empatizamos levemente con el protagonista disfrutamos de las impactantes y sugestivas imágenes de esta historia que tantas veces nos han contado. Lo novedoso aquí, como suele suceder, es como lo cuentan y en concreto como lo muestran. A destacar su nostálgica estética ochentera con inspiración metálica, su valor técnico (es curioso por ejemplo que sea digital con escaneado de grano de celuloide para darle ese aspecto retro), los primeros planos, la oscuridad y un filtro rojo que cubre casi cada fotograma. El rojo es una constante tanto en la película como en los carteles, las letras, la abundante sangre y en general en todo lo que la envuelve. Es ochentera no solo por la mencionada estética sino por recordarnos a Hellraiser (1987), a Mad Max (1979) y otras películas de entonces. Es, tal vez, grandilocuente pero sobretodo estrafalaria, bizarra, macabra y psicodélica.
Se nos presenta estructurada en tres capítulos de distinta duración pero básicamente diferenciamos una primera mitad donde se produce la desgracia y otra para la venganza, una para Mandy y otra para Red en la que pasa de leñador a guerrero, incluida arma medieval. Combina escenas de violencia con largos periodos de recreación musical y diálogos delirantes sobre todo provenientes de los “hippies mansonianos” que forman parte de la secta.
Incluir animación es un recurso acertado puesto que resulta onírica e irreal reforzando lo que pretende transmitir la película. A medida que avanza el metraje realidad y sueño, o mejor dicho pesadilla, se mezclan en una batalla cuyo vencedor podemos intuir.
Nicolas Cage tiene en ella un papel a su medida con el que puede gesticular y descontrolarse a placer. Red (Rojo) es el protagonista al que representa y que llevado por la ira y la necesidad de venganza, las drogas también ayudan, acaba cubierto de sangre propia y ajena. Esta mejor que en otras de sus películas, cosa que podemos pensar que no es difícil, aunque personalmente me ha gustado en varias de sus interpretaciones como la del año pasado en Mom and Dad. Mención especial merece ese Nicolas Rage en calzoncillos en una habitación amarilla con flores rojas, siempre el rojo, y derramando histrionismo agarrado a una botella de vodka. Como en otras actuaciones, valiente o inconscientemente, quien sabe, se expone al ridículo pero siempre saldrá bien parado ante sus fans incondicionales.
Verla entera puede ser agotador en algunos casos y un suplicio en otros para los no cinéfilos o que no gusten de este género. Es el tipo de película que puede gustar mucho o nada, en mi caso me quede en el medio tirando a mucho.
En resumen es una película difícil de recomendar pero que con cierto reparo recomiendo. Por otra parte es muy apropiada para el Festival Internacional de Cinema Fantàstic de Sitges y gustará a los fans del terror ¿y el gore?.
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