Película de César F. CALVILLO, España, 2024
Crítica de Véronique GILLE, traducción adaptada
Duración: 90 min.
Año: 2024
País: España
Dirección: Teresa Bellón, César F. Calvillo
Guion: Teresa Bellón, César F. Calvillo
Fotografía: Javier Salmones
Música: Coque Malla
Reparto: Alexandra Jiménez, Hugo Silva, Coque Malla, Betiza Bismark
Genero: Comedia. Romance
Una comedia. ¡Por fin! En medio de la pesadumbre del ambiente, una comedia para reír y divertirse. Buscando a Coque, la comedia de César F. Calvillo, acompañado por Teresa Bellón como guionista, no merece una gran ovación, lamentablemente. El título bastante pegadizo puede atraer a los espectadores que son fanáticos de Coque Malla, pero él no es el héroe. Los protagonistas son Teresa (Alejandra Jiménez) y César (Hugo Silva) que forman una pareja algo desgastada por años de convivencia. Teresa, actriz, busca papeles y César busca precios inmejorables para sus próximas vacaciones de verano. Caminan por la vida tal como caminan por un parque, escenario de sus desavenencias cuyo responsable parece ser Coque Malla. El argumento de la película se reduce al tema del aburrimiento en la pareja. Pero otro tema podría haber sido el doble, el deseo de ser otro para encontrarse mejor. Una sincera confesión de Teresa a César les empuja a volar a Miami a la búsqueda de Coque.


Esta comedia tal vez llegue a ser un éxito de público, gracias a la presencia de actores conocidos, Hugo Silva a la cabeza, pero la película no transforma una imagen convencional de la pareja que se convirtió en un fugaz trío por una noche. El largometraje no multiplica en modo alguno los malentendidos propios de la comedia que honestamente lleva su nombre ni los equívocos propios de un espectáculo de vodevil. El cineasta recicla clichés resobados y se esconde detrás de la nostalgia del género. Asimismo, el cineasta no hace de Miami, ‘La Ciudad Mágica‘, un lugar divertido, ni siquiera eufórico. Los actores, a menudo filmados a puerta cerrada, a veces se pierden. Se podría pensar que es una película feminista porque Teresa organiza libremente su destino según sus impulsos y su fantasía. ¡Y no, ni siquiera!


El problema es que la película realmente no tiene trama y no es interesante de seguir. Todo es predecible y no nos reímos. Para una comedia, nada tiene gracia, los diálogos carecen de brillo y rozan la tontería, la dirección busca un poco de ritmo en los flashbacks, pero la historia resbala con su escenario mediocre y banal, sus situaciones trilladas. El mecanismo no llega a ningún sitio y todo se convierte en un largo e indigerible túnel de diálogo. Además, las escenas de sexo tienen un efecto devastador en el interés de la película. Aunque la libertad sexual es un concepto (falsamente) moderno, su uso en la película elimina cualquier problema real, ya que rápidamente sabemos que los protagonistas no confiesan sus sentimientos de hastío amoroso.


Ninguno de los personajes despierta la empatía necesaria para que la película despegue y nos quedamos en la sala de embarque. No vemos esta película con placer porque no destaca ninguna secuencia. Es una película terriblemente superficial, una comedia lenta y sin temeridades. Todo suena falso y parece un producto televisivo más, sin dejar entrever la farsa de humor negro ni la fábula amoral que pudo ser. Una serie de banalidades inofensivas y de mal gusto, el concepto de esta comedia parece no ser más que un argumento de venta al no ahorrarnos ni siquiera la incomodidad de las inevitables secuencias emocionales. Más allá de una comicidad casi inexistente, el director no cuestiona su manera de filmar el deseo. No es realmente carnal ni erótico. Como fue incapaz de sondear los lados oscuros de sus personajes -las fantasías de Teresa, frustrada o la inmadurez de César, desilusionado- y de tirar por la borda todo lo demasiado establecido. ¿Dónde están los momentos de sátira social que podríamos haber esperado?


Las actitudes pesadas de los protagonistas mantienen el tema a ras de suelo y, por tanto, tenemos derecho a ser herméticos a este humor que no da en el blanco y a encontrar lastimoso el espectáculo, atrapado entre sus deseos de cine de colegiales y su introspección de oropel. Por ejemplo, las miradas de los actores-personajes casi nunca se tienen en cuenta y refleja la falta de encarnación de una producción sin agudeza. Obviamente, la simpatía por el dúo se ve afectada. La película rara vez destaca el talento de los actores porque la monotonía narrativa suele infrautilizar los rasgos de carácter que constituyen a los héroes. Su dúo central se vuelve menos entrañable que insoportable (y aunque los dos actores salvan lo mínimo una y otra vez, como si su encanto individual resistiera la azarosa producción de esta película fallida).
Ahora concluyamos: noventa minutos de mediocridad en la gran pantalla. Todo esto es pésimo, pero los fans dirán que es intencional ya que es una comedia. Correcto. El hecho es que, intencionalmente o no, es pésimo, tontamente provocativo, estúpidamente vulgar y mantiene en alto el cretinismo humano. Inmediatamente visto, inmediatamente olvidado.


Para ver la versión en francés pulsar aquí.
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