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CULPA – Entrevista a Manuela Vellés e Ibon Cormenzana

Otra película proyectada en el BCN Film Fest que no se puede pasar por alto es Culpa. Una película indie, inquietante, tensa, turbia, a ratos incómoda y muy recomendable. Por diversos motivos esta entrevista se realizó online recordando el tiempo, afortunadamente ya pasado, en el que todas las comunicaciones eran de esta forma, con los consabidos problemas técnicos. A la entrevista acude Manuela Vellés que produce, es coguionista, se encarga del maquillaje, pone la canción de la película que aparece en los créditos,… y su pareja Ibon, productor, director y coguionista de la película.

José Luis / Montagmira: ¡Buenas tardes! En primer lugar, enhorabuena por la película. Me alegra poder entrevistaros, además a los dos. Contigo, Ibon, ya coincidí en La cima hace unas semanas y también me gustó mucho esa película. Culpa es una película muy intensa, muy dura, muy fuerte, te hace sufrir, te preocupa, … me preocupa mucho…(sonrío)

Ibon Cormenzana: Está bien (sonríe)

José Luis / Montagmira: … es una gozada verla a ella (Manuela) en pantalla, las emociones que transmite y cómo actúa, lo que te hace sentir. ¿cómo te sientes viéndote en pantalla odiando a la criatura que llevas en el vientre? ¿cómo te sientes frente a esta situación?

Manuela Vellés: Está siendo un viaje ahora también el presentar la película. Para mí es como que siento un poco de pudor, de pronto, porque la rodamos en la intimidad y claro nunca hay que olvidar cómo está hecha la película. Si no la hubiéramos hecho de esta manera yo nunca me hubiera prestado a hacer algo así, no con un embarazo real ni quizás con esta entrega.

En el rodaje éramos 5 personas, y entre ellos mi pareja y mi hermana. Para nosotros era, por un lado, aunque cueste de creer, un disfrute por el reto que suponía, por el tipo de rodaje, por trabajar, por hacer una película, por contar una historia que creemos que es importante. Lo disfrutábamos y luego entiendo cuando veo la película que cause este efecto. Nos alegramos de ello porque realmente estamos hablando de un tema duro, que narramos de una forma cruda para que el espectador entienda, y nosotros mismos como espectadores, viéndola, que esto sucede. Es una realidad, aunque esté contada en forma de metáfora y de una forma un poco de cuento, me permito decir. Está esa cosa bucólica del personaje aislado en su cabaña, pero entiendo que impacte por la crudeza. Aunque hay mucha belleza en la naturaleza, la poesía que pueda tener, no podemos olvidar que trata un tema duro.

José Luis / Montagmira: Ibon vuelve a la montaña, vuelve a tener una protagonista femenina que podría ser como la versión femenina del protagonista de Alegría Tristeza. Una persona que ahora se encierra y no muestra sus emociones a los demás.  ¿Crees que tu personaje llega a plantearse la inocencia de su hijo? (…)

Manuela Vellés: Uy!! no lo sé, yo creo que está tan centrada en lo que está sintiendo que…está abrumada. Yo creo que hablamos, mostramos, que la víctima de un abuso de pronto se ve absolutamente abrumada por todo con una incapacidad brutal de reaccionar. Quizás ella sí toma decisiones como la de aislarse para tomar un respiro, o ella cree que es un respiro para digerir lo que le ha pasado. Pero de pronto la vida se abre paso y sucede, si ella no hace nada. Pero no va más allá. Nosotros al poner el nombre de Culpa en la película estamos hablando de la culpa en todo, la culpa del agresor, la culpa que ella siente, la culpa de que no tiene la culpa el niño, obviamente tú lo ves cuando ves el final de la peli. Todo cobra sentido al final.

Ibon Cormenzana: De alguna manera se acerca a lo que decías, a ese personaje de Roberto Álamo en Alegría Tristeza que ha bloqueado sus sentimientos (padece alexitimia). Muchos psicólogos con los que hemos hablado respecto a este tema, nos han dicho que la mayoría de las mujeres que han sido agredidas sexualmente bloquean el hecho porque son incapaces de sacarlo. Es como un mecanismo de autodefensa el hacer ver que no ha existido. Entonces claro, ese hacer ver que no ha existido es no tomar acciones. En la película, de alguna manera, hemos jugado un poco también con el espectador para que en algún momento sienta como un, casi, deseo de juzgar a la víctima cuando lo que queremos es, precisamente, hacer consciente a la gente de que no puedes juzgar a una víctima por acciones que haga o que deje de hacer después de lo que le ha pasado, sino que lo que deberíamos hacer es acompañarle, cuidarle, … Es un poco, aunque parezca mentira, lo que hace la naturaleza y esa cabaña con ella, cuidarle y acompañarle en un viaje para desbloquear sus sentimientos. En vez de tener a un psicólogo o psicóloga como en Alegría Tristeza; en este caso la naturaleza, de alguna manera, hace de la madre del personaje de ella y la cabaña hace del vientre. Entonces, durante los meses en que ella está pasando ese dolor y ese bloqueo emocional la naturaleza y esa cabaña le están ayudando a sacar eso y a salir de ahí. (…) Esa es la fábula de la historia.

José Luis / Montagmira: Es una bonita metáfora, yo no lo había visto así ni me lo había planteado. Me parece muy muy interesante (…) Te quería hacer otra pregunta: ¿crees que alguien se puede sentir aludido viendo la película? Lo digo porque a veces el tema de lo que es violación y lo que no es violación queda un poco confuso, sobre todo si ha pasado, no sé, después de una fiesta, de una insinuación, … Hay muchos tipos de violación. Todas son graves, pero algunas más graves que otras, con diferentes matices, … entonces ¿creéis que alguien puede descubrir que hizo algo mal al ver la película?

Ibon Cormenzana:  Seguro que sí.

Manuela Vellés:  Hombre sí, lanzamos esta película para todas las cabezas, conciencias, mentes que se aludan. Quiero pensar que remueve conciencias también y que se habla de esa delgada línea de lo que es, o no, una violación. Para mí es poner muy claro los dos mundos. Para el agresor ha sucedido en unos minutos y esta historia acabó. Para ella cualquier acción sexual, cualquier acto sexual, es un hijo en potencia. Eso es una realidad, la primera vez que tenemos una relación tenemos el susto de quedarnos embarazadas. Eso nos acompaña siempre y es por la condición de ser mujer. Claro, es lo que puede cambiar para él la vida y lo que cambia para ella y eso está plasmado en la película para cualquier mente que quiera pensar acerca de este tema. 

Ibon Cormenzana:  También decidimos, por ejemplo, que el personaje de Andrés Gertrudix, Lolo, estuviera en esa línea donde más gente puede igual pensar que le haya pasado o casi le haya pasado. Un personaje que es amigo de esa mujer, que han estado de fiesta, que se han dado unos besos, que le deja entrar en casa, … hasta donde está justificado. ¿no? No hemos querido hacer una persona que aparece por la calle y se la lleva a un portal y ya está. Hemos querido llevarlo hacia ahí, porque seguro que habrá hombres que pensarán que han estado en esa línea o cerca y que les hará reflexionar sobre lo que hacen.

Manuela Vellés:  Y las historias más silenciadas son las que vienen de abusos de gente de tu entorno.

José Luis / Montagmira: Quizás da todavía más vergüenza.

Manuela Vellés:  Justamente son de las que menos se habla, pero de las que, parece, que hay más.

Ibon Cormenzana:  Si, las que más pasan.

José Luis / Montagmira: Ahora quería hablar un poco del título, a quién se le pueden atribuir responsabilidades y por qué elegisteis la palabra culpa. Curiosamente en el 2011, en el Festival Internacional de Cortometrajes de Vinaròs, seleccionamos un cortometraje tuyo (Manuela) que se titulaba El orden de las cosas y ese mismo año en nuestro festival ganó el cortometraje La culpa de David Vitori. Me ha parecido curioso. En fin, mi pregunta iba encaminada a el porqué de la elección de ese título, tal cual, con una sola palabra, Culpa.

Manuela Vellés: Pues mira, pasamos por varios títulos la verdad. Estuvo uno que era “refugio”. Luego, como que hemos pasado por varios. Realmente Culpa salió bastante al final del proceso y quizás es que es la emoción que más nos choca. La que menos podemos entender y para mí, como la más difícil de explicar. El miedo o la tristeza o la alegría visualmente o yo, como actriz, son más fáciles de interpretar. La culpa era un sentimiento como tan oculto, tan confuso y tan presente en las víctimas de abusos que sentíamos que dándole este nombre poníamos el foco ahí, en ese sentimiento tan crudo, tan duro y absurdo que siente una víctima. Absurdo por lo increíble.

José Luis / Montagmira:  Sí, ¿Por qué deberías sentir culpa si no hay responsabilidad?, o sea si no hay responsabilidad no hay culpa.

Manuela Vellés: Pero la culpa aparece desde el primer momento, desde que te pasa, sucede, piensas: ¿qué podía haber hecho yo para evitarlo? ¿no? y a partir de ahí, ¿que tenía que haber hecho mejor o distinto en todo lo que pasa después?

José Luis / Montagmira: ¿Pudo afectar el hecho de haber estado en confinamiento para idear esta historia aislada en un refugio? ¿Influyó el hecho de que estuviéramos con las restricciones del COVID? ¿Qué inspira esta historia?

Ibon Cormenzana:  Pues el germen fue antes del COVID y fue algo completamente opuesto a lo que hemos hecho. Nació en un momento de irnos de vacaciones, un día, y así de broma nos grabamos con el teléfono bromeando sobre que nombres les pondríamos a nuestros hijos, que aún no habían nacido. Entonces yo le dije a Manuela: habla, habla con los niños. De ahí surgió la idea de hacer un personaje, una futura madre, que hablaba con su bebé por nacer y le contaba su visión del mundo, como en una versión más positiva. Lo que pasa es que de ahí la idea fue degenerando hacia algo más oscuro. Entonces para que hubiera, de alguna manera, giros en la historia nos planteamos que fuera un hijo no deseado, y de ahí fue evolucionando. La historia se paró cuando Manuela se quedó embarazada por primera vez, no quiso hacer esta película porque no quería meterse como actriz en la mente de un personaje que no deseaba su hijo cuando aún no había sido madre y entonces lo descartamos. Luego sí, durante el COVID, no sé si ha influido su hermana que trabaja en publicidad y tenía ganas de hacer cine, de repente, un poco en plan aventura y a lo loco, un verano dijimos: ¿y por qué no hacemos eso? Justo se había quedado embarazada del segundo hijo, segunda hija en este caso, que es Rita. Entonces, Manuela sí que era capaz de separar la realidad de la ficción. Ya había vivido el ser madre por primera vez y se veía animada y capaz de hacerlo. Todos teníamos ganas. Hemos hecho la película como si fuera una aventura, casi de irnos de colonias a las montañas, algo muy divertido a pesar de lo que luego se ve en la película. Sin que nadie nos diga lo que tenemos que hacer…

José Luis / Montagmira:  Y un poco como en familia ¿no? porque averigüé que el segundo apellido es Casariego, me quedé hasta los créditos del final de la película y aparecían un montón de personas con el apellido Casariego. Se ve que hay escritores, tú (Manuela) también cantas,… o sea que es una familia muy artística, lo cual es muy bueno para poder desarrollar esa faceta. ¿Cómo fue trabajar con tanta familia? ¿con tanta gente de tu entorno?

Manuela Vellés:  Es muy intenso todo, como te puedes imaginar, para lo bueno y para lo malo. Se conjugaron sueños de muchas almas, estaba mi hermana por un lado con ganas de probar sus ganas de hacer cine, por otro lado, yo embarazada en un momento en mi vida bastante intenso y con mucha entrega. Realmente mucha entrega, mucha pasión, muchas horas, …quizás el momento más tenso fue, curiosamente, con el proceso de guion, pero porque había una premura, como que el embarazo iba a asomar y ya teníamos que empezar a rodar. Íbamos un poco a contrarreloj y en el guion, a veces, había como disparidad de hacia dónde iban a ir las tramas y ahí, quizás, hubo algún conflicto creativo bien solventado. Luego, ya en el rodaje, como Ibon y yo ya habíamos trabajado juntos fue una delicia. Yo ya sabía cómo es él, un director, a veces silencioso como la película y al que también le encanta vivir el momento de lo que sucede en la vida. El coger la cámara con esa forma de rodar que para él ha sido muy libre, muy disfrutable en ese aspecto como director y cineasta.

José Luis / Montagmira:   La forma de rodar es otro aspecto que me ha gustado mucho. El uso de la cámara en algunas escenas me ha resultado muy turbia. Por ejemplo, cuando bajas la escalera y tienes todo ese resacón me recordó movimientos de cámara de Gaspar Noé o, incluso, de David Lynch, o sea una cámara que se mueve a trompicones. Era una cosa que quería comentarte, ese uso de la cámara transmite todo ese aturdimiento que ella tiene.

Manuela Vellés: Sí un poco la cámara se mete mucho en ella para pasar por todas esas emociones o todo lo que transita.

José Luis / Montagmira: He hecho tutorías de violencia de género. Creo que esta película es muy dura pero mis alumnos en general son adultos. ¿Qué crees que podrían aprender de esta película? ¿qué crees que puede transmitir? ¿qué valor puede aportar?

Ibon Cormenzana: Creo que a los chicos les puede ayudar a entender mejor dónde están las líneas y lo que se puede y lo que no se puede hacer. A las chicas, que nos ha pasado, no con chicas sino con mujeres más adultas o menos adultas, creo que la película lo que provoca es hablar de cosas que nunca han hablado y que les han pasado. Nos hemos encontrado con bastantes casos, en pases que hemos hecho, de mujeres que nunca habían contado algo que les había sucedido y que por la propia visión de la película les ha provocado hablar con nosotros del tema, sin que ni siquiera nosotros fuéramos amigos, ni muy conocidos. 

José Luis / Montagmira: Creo que el problema, precisamente, puede ser ese. ¿A quién se lo cuentas?

Manuela Vellés: Es que aparece mucho la vergüenza también. Esta peli acompaña a todas las historias que tiene la gente guardada como en soledad. De pronto te das cuenta de que le puede pasar a más gente, para mí libera en eso y ya nos está pasando y lo estamos viendo. También genera mucho debate acerca de este asunto, cabe todo, y también habla del respeto a los tiempos de una persona que ha sido abusada. Porque como sociedad tenemos, como antes decía Ibon, que acompañar y entender, y aunque ya parece que se les prestan todas las herramientas, puedes denunciar, puedes abortar, puedes obviamente todo eso, pero luego está la superación de un trauma y el dolor y los tiempos de cada persona de los que creo que también se puede hablar. Pedir el respeto por cualquier reacción de una víctima porque en ella no está la culpa.

José Luis / Montagmira: En la escuelatambién se pide que los alumnos aporten de forma anónima sus experiencias al personal especializado y te sorprenderías de las cosas que les cuentan.  En una entrevista que te hicieron escuché, por ejemplo, que una violación podría ser incluso no utilizar condón si la otra persona cree que lo estás utilizando, o sea todos estos matices se tienen que conocer, saber. En ese sentido creo que es muy útil la película y por eso os hacía la pregunta que os he hecho.

Ibon Cormenzana: Pues utilízala.

José Luis / Montagmira: ¿Me das permiso para utilizarla?

Ibon Cormenzana: Bueno, piensa que a partir del 13 de mayo ya estará en Filmin, no sé si tienes la plataforma o no, pero puedes hacer un pase un día en la escuela poniéndolo.

José Luis / Montagmira: Si, sí que la tengo, muy recomendable.

Ibon Cormenzana: Pues utilízala y si algún día se tercia y tienes suficiente gente igual se podría hacer algo. Igual si nos lo podemos montar yo o Manuela pues estaría muy bien.

José Luis / Montagmira: Vale pues para el curso que viene. Fantástico. Lo tendré en cuenta. Me quedan más preguntas, pero me indican que finalizó el tiempo. Un placer volver a coincidir contigo, Ibon, y poder entrevistar a Manuela también. Espero repitamos.

Les hubiera preguntado mucho más como: ¿te identificas en algún aspecto con ella? ¿no consideráis que quizás es físicamente demasiado fuerte? ¿Su comportamiento podría asociarse, de alguna forma, a un deseo de venganza? ¿Para cuándo una comedia (a Ibon)? O puesto que ella también es cantante si la podíamos ver en concierto este año. En fin, se hizo corta.

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