Cine actual: estrenos, recomendaciones y festivales.

BCN FILM FEST, Biográfico, Drama, Entrevistas, Festivales, Presentaciones

EL COMENSAL – Entrevista a Ángeles González Sinde y Gabriela Ybarra

Aprovechando las oportunidades que me brinda el BCN Film Fest, el pasado domingo día 24 de abril tuve el placer de entrevistar a la polifacética Ángeles González Sinde, ex ministra de cultura, presidenta del Real Patronato del Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, guionista, directora, actriz,… y a Gabriela Ybarra, escritora y autora del libro en que se basa la película El comensal. El encuentro fue en el Hotel Casa Fuster en Barcelona donde también entreviste previamente a Susana Abaitua.

Entrevista a Susana Abaitua

José Luis / Montagmira: ¡Buenos días! En primer lugar, ¡enhorabuena por la película y por el hecho de volver a rodar! La primera pregunta es bastante obvia, ¿Cómo ha sido rodar después de 14 años? ¿Cómo te sientes?

Ángeles González Sinde: No te creas que es tan obvia.

José Luis / Montagmira: ¿No? Pensaba que todos te preguntarían esto.

Ángeles González Sinde: Bueno, volver a rodar es reencontrarte con una parte de ti, con una familia. La mecánica de los rodajes no ha cambiado nada en este tiempo, salvo que ahora se rueda una jornada menos. En Una palabra tuya rodábamos los sábados y ahora no se rueda ese día. Esto te acorta las jornadas de rodaje y en ese sentido es más apretado. Esta, además, era una película con muchas localizaciones y que se desarrolla en tres tiempos con lo cual el equipo de vestuario, maquillaje, arte, …tenía un trabajo triple al tener que pensar un mundo del año 77, uno de los 90 y luego uno del 2011 que no es lo mismo que recrear el 2021. Solo 10 años atrás hay muchas cosas que ya son distintas y que son anacrónicas, como por ejemplo cuando estas en el exterior y pasan los coches, las marcas que se ven, … Por ello, hacer una película muy compleja en seis semanas y media ha exigido que todos estuviéramos muy centrados y que cuando había un problema, una dificultad o imprevisto las decisiones tuvieran que ser muy rápidas. El secreto para abordar eso, sin pinchar ningún día y quedarte sin rodar, es haber preparado muy bien, planificado, en ese sentido hay que llegar con los deberes hechos y yo ya era consciente de que debía ser así.

José Luis / Montagmira: Lo que has dicho de que no se rueda los sábados, una restricción que antes no había, ¿a qué es debida?

Ángeles González Sinde: En el convenio de los técnicos las jornadas ahora son de 5 días a la semana y no 6 como antes.

José Luis / Montagmira: A parte de esa restricción, ¿habéis tenido alguna más? ¿Por el COVID por ejemplo?

Ángeles González Sinde: Por el COVID lo que teníamos medidas del tipo hacer muchos controles, test de antígenos, … y todos los días pasar por el técnico de COVID que estaba en el rodaje. Yo, personalmente, me ocupaba de abrir todas las ventanas para horror del de sonido. Bueno, y es que como director eres el más interesado en que no se ponga nadie enfermo y que no se pare ese rodaje por nada del mundo.

Gabriela Ybarra: ¿Qué pasa si se para el rodaje?

Ángeles González Sinde: Pues si es uno de los actores fatal porque no puedes rodar.

José Luis / Montagmira: Bueno, quizás se podría cambiar el plan de rodaje.

Ángeles González Sinde: Depende, porque si estas en la parte del año 77 y se pone enfermo Fernando, que sale en todas las escenas, ¿Qué haces? No puedes rodar nada y has tenido que improvisar, avanzar e irte a la parte de Susana y Gines pero eso es en otro sitio, en Pamplona, …realmente muy difícil. De hecho, sé de alguna producción que les ha pasado y ha sido una catástrofe económica. Pero bueno, como el resto del país, todos nos hemos adaptado a la situación.

José Luis / Montagmira: Por supuesto, yo soy profesor y nos hemos tenido que adaptar mucho. Por cierto, te quería comentar que como profesor de FOL utilizo tu película anterior, La suerte dormida. Doy clases en ciclo superior y me resulta muy útil.

Ángeles González Sinde: Ah sí, ¡pero como me interesa eso! Muy bien. ¿Y dónde das clases?

José Luis / Montagmira: En Salesians de Sarria

Ángeles González Sinde: ¡Ah vale!

José Luis / Montagmira: La he puesto varias veces y luego hacemos debate y trabajamos sobre ella.

Ángeles González Sinde: Pero ¿para qué tema? ¿Prevención en riesgos laborales?

José Luis / Montagmira: Si, claro.

Ángeles González Sinde: Bueno, me dieron un premio de prevención de riesgos laborales.

José Luis / Montagmira: Si, es muy interesante, toca todos los puntos y permite generar debate. Me gustaría saber cómo llegas a esta historia. Parece ser que te interesan todos los temas con conflictos. No sé si lees muchas novelas y al final encuentras algo que te atraiga.

Ángeles González Sinde: Yo leo muchas novelas en general porque hacen mi vida mejor y sino la vida no sé cómo seria. No sé cómo hace la gente que no lee, de donde saca recursos para enfrentarse a su cotidianidad, a lo bueno, a lo malo, … para tener ideas nuevas, para todo. Solo excepcionalmente encuentro alguna que me interese para adaptar porque, aunque haya hecho muchas adaptaciones, parto de la base de que adaptar es someterse a un laberinto de difícil solución. Nada hay más alejado del lenguaje literario que el cinematográfico.

José Luis / Montagmira: Antes comentaba con Gabriela que hay bastantes diferencias en el enfoque de la película con respecto al libro. Yo no lo he leído, ahora lo leeré. La diferencia principal ha sido centrarse más en la madre, en el libro, y en le padre, en la película.

Ángeles González Sinde: Si, y lo que luego hemos intentado traducir y que para mí era muy importante preservar es la contención, que sí está en la novela. El no hacer sensacionalismo o exhibicionismo. La posición moral de no entrar a juzgar ni a los etarras ni a los policías sino mantenernos en nuestros personajes y en cómo el mundo externo, político, social, …afecta a la intimidad de las personas. Bueno, es un tipo de pautas de estilo y principios y valores en los que yo si coincidía con los que tenía la novela y por eso quería adaptarla. No soy partidaria de coger una novela porque el argumento me va bien y luego yo ya lo transformo todo puesto que para eso ya me invento una historia y no destrozo a otro la suya.

José Luis / Montagmira: Gabriela, ¿Cómo te sentiste ante la posibilidad de que fuera adaptada, de llegar a verte representada en pantalla por otra persona?

Gabriela Ybarra: Pues es lo que te comentaba antes, creo que lo hice todo con mucha inconsciencia, sin saber dónde me metía, igual que cuando escribí el libro. Escribí un libro sin saber lo complicado que es publicar y me he lanzado con la película sin saber muy bien lo que supone. Pero bueno, yo confiaba en Ángeles porque sabía que había entendido bien mi libro, porque antes de que surgiera el proyecto de película ella lo había leído y había escrito una columna en el periódico de Cataluña hablando muy bien de la novela. Además, fue uno de los artículos que más me emociono de los que se escribieron en su día. También pensé que ella iba a saber cómo salvaguardar la moral de la historia, que no iba a hacer algo sensacionalista.

José Luis / Montagmira: Ángeles, imagino que con todos los cargos que has tenido y tienes, con tanta responsabilidad, a lo mejor no te da tiempo de hacer lo que realmente te gusta. No sé si te gusta más la función de directora, guionista, actriz, … En fin, ¿Qué es lo que más te gusta y como te limitan las responsabilidades?

Ángeles González Sinde: Lo que más me gusta es escribir que es como me gano la vida. Por suerte estoy trabajando en series. Desde que dejé el Ministerio empecé a trabajar en series diarias. El mejor ejercicio para un guionista es tener que hacer un guion a la semana, trabajar en equipo con otros, …es una maravilla, muy desgastante, pero una maravilla. He estado cinco años haciendo Amar es para siempre y luego Mercado central y eso me gustó mucho, me encantó. Ahora estoy haciendo otras series y proyectos y dirigir para mí fue algo que llego más tarde, después de la escritura. A parte, escribo novelas y la escritura es como parte esencial de mí, aunque hay días que pienso ¿por qué elegí este oficio?, lo pienso porque cada guion te presenta un problema distinto y por más que lleves años y años no hay una fórmula. Las fórmulas de los manuales de guion no sirven cuando luego tú tienes la historia delante. Cada historia es distinta. Pero eso es también lo que engancha, el tener que resolver problemas nuevos. Dirigir tiene una parte creativa que haces con otros frente a lo solitario de la escritura. Tiene una parte muy enriquecedora y reconfortante. Estar creando con otras personas, con unos jefes y jefas de equipo que son expertos y han hecho muchas más películas que tú, porque cualquier técnico ha hecho más películas que el más prolijo de los directores, y que compartan contigo su sabiduría, su técnica, …es maravilloso. Tienes ahí, como un director de orquesta, que conjugar a esos grandes músicos para que la partitura se interprete como a ti te parece que se tiene que interpretar y suenen todos bien. Ese es un trabajo intelectualmente muy estimulante y enriquecedor porque es un tiempo muy intenso. Como dice Joaquín Aristein: “Rodar es vivir en presente” y normalmente es muy difícil vivir el presente. Normalmente estás pensando lo que hiciste, proyectando en el futuro y vivir en tiempo real es lo que es rodar y eso es muy adictivo.

Sobre todo, a mí me gusta el trabajo con los actores. Para ser un buen guionista debes conocer bien el trabajo de los actores porque al final a quienes sirves es a ellos. Entonces, si no conoces bien esa mecánica interna que ellos necesitan en una escena y cómo funciona su trabajo te va a costar mucho más escribir. El trabajo con los actores es lo que me da una satisfacción enorme y lo que me atrae para querer dirigir cada cierto tiempo, el echar de menos el trabajo actoral.

José Luis / Montagmira: Antes comentaba a Gabriela que me ha llamado la atención una escena en la que aparece en un televisor la película El gran Vázquez de Santiago Segura. Pensaba viéndolo ¿En qué se basa un director para seleccionar esa imagen concreta?

Ángeles González Sinde: Bueno, yo quería que apareciera algo que contrastará con lo que los personajes están viviendo, porque la televisión sigue emitiendo, el mundo sigue funcionando, aunque a ti te esté pasando la alegría más grande o la calamidad más terrible, el mundo sigue su curso. Luego está el tema de derechos, debía elegir de entre todo el catálogo al que yo podía tener acceso porque la productora me lo ofrecía. Yo prefería una película española y esa película de Óscar Aibar me había gustado mucho. Yo creo que fue una película que a lo mejor paso más desapercibida de lo que debía. El personaje de Vázquez me gusta y es un pequeño momento en que el contraste de ver a Santiago Segura, muy reconocible para nosotros como espectadores pero que no esperamos ver en esta película. Pensé que estaba bien. A veces hay que meter cosas que espabilen al espectador.

José Luis / Montagmira: Si, en muchas películas salen cosas curiosas como la carrera de fondo en la película Funny games de Michael Haneke que no sabemos muy bien que puede significar, quizás también que el mundo sigue. Otra pregunta que te quería hacer es referente a la imagen que pueden tener los guardias civiles o la policía en el cine. En muchas películas da la sensación como que no están haciendo nada o se les dice que no están haciendo nada. ¿Alguna vez se ha planteado la perspectiva de ellos? Tratar la sensación que pueda tener un agente del orden al que se le cuestione continuamente su trabajo por los nervios y tensión vividas.

Ángeles González Sinde: Hombre, aquí hay dos, el inspector y el policía nacional al que los familiares le echan en cara que no hace lo suficiente.

José Luis / Montagmira: Y es posible que no lo haga, pero ¿Cómo se puede sentir?

Ángeles González Sinde: En otros trabajos he desarrollado historias para series que luego no se hicieron sobre las investigaciones de Inchaurrondo desde el punto de vista de la Guardia Civil y la investigación. Sé que hay una diferencia enorme entre cómo eran las investigaciones en el año 77 y como podían ser en el año 97. Ni los medios ni los recursos tenían nada que ver, la falta de formación y de entrenamiento era total, pero sobre todo para mí era importante la figura de ese guardia civil que solo tiene dos secuencias. Ese guardia civil, para mí, es la persona que viene de fuera en su primer destino, que se acaba de incorporar, no es el guardia civil autoritario que estás acostumbrado, sino que es una persona del sur, que es donde provenían la mayoría de Guardia civiles, de Extremadura y de Andalucía. Bueno, esa es una manera de ganarse la vida para él y llega allí y todo le parece marciano o sea, que alguien de fuera diga ¿pero esto que es? Puede pensar que esta gente incorpora como normal algo que es una atrocidad y para mí la función que cumple este guardia civil ingenuo, asustado, es mostrarnos que no es normal. Él intenta hacer su trabajo con dignidad, pero ves que está perdido. En la novela también aparece este personaje.

José Luis / Montagmira: ¿pero también es del sur?

Gabriela Ybarra: No, y tampoco tiene mucho peso, no se les pone nombre ni están personificados.

Ángeles González Sinde: De hecho, ese personaje y esa secuencia era más larga y era más controvertida. Había detractores de que hubiera un guardia civil. En otras versiones del guion aparecía más veces, si mal no recuerdo. La escena era más larga de lo que se rodó, lo cortamos. Pero sí, para mí es importante esa figura y también es importante que en un drama haya pequeños momentos más de comedia como la escena del parking, que dentro de lo que estás viviendo haya momentos en que tú bajas la tensión del espectador para luego poder remontar.

José Luis / Montagmira:  Y como en la vida misma, algo de comedia en el drama y algo de drama en la comedia.  Para terminar, quería preguntarte si tienes nuevos proyectos y si crees que esto que acabamos de ver podría ser enfocado desde otro punto de vista. Si crees que hay más puntos de vista todavía por tratar respecto al conflicto vasco.

Gabriela Ybarra: Por supuesto, un montón, tantos como personas y surgirán un montón de historias y será buenísimo que surjan.

Ángeles González Sinde: Hay que completar todo un retrato, todo un panorama que ha afectado a todo el país porque lo que se conoce como conflicto vasco, yo lo de vasco lo quitaría. Nos afectó a todos, en Barcelona, en Sevilla, no sé un montón. Afectó a todo el país y todos estábamos implicados, nos atañe a todos, yo soy de Madrid, pero yo me sentía completamente involucrada en eso cuando era niña, cuando era adolescente, en toda mi juventud, no era algo que me era ajeno en absoluto.

José Luis / Montagmira: Y a otro nivel, pero también teníamos miedo, ¿no?

Ángeles González Sinde: Claro, lo vivías ahí en primera persona, cada uno tiene su versión y su participación en el conflicto y es un conflicto muy complejo con muchas ramificaciones morales, humanas, que no son sencillas de discernir y en la novela están. En la película no caben. Tú (Gabriela) hablas incluso de esa señora que tiene el hijo y el hijo es colaborador, una señora del entorno familiar, de la burguesía. No es tan sencillo ni los márgenes están tan delimitados.

José Luis / Montagmira: Seguramente nos queda mucho por comprender dentro del propio país, ¡imagínate en el extranjero como lo perciben!

Ángeles González Sinde: Es un tema tan rico y atractivo que tienen que contarse todas esas historias de ambigüedades. Si, de todas las posiciones, todos tienen algo que contar, ¿no?

Gabriela Ybarra: Y sobre todo que tampoco sea todo tan polarizado. No solo por el tema vasco sino con todo. Parece que solo puedes leer libros y ver películas que están de acuerdo con lo que tú piensas y yo precisamente veo películas y leo libros para qué me amplíen las miras. Para ver más allá de lo que yo pienso y cuestionarme mis posturas.

José Luis / Montagmira: Eso es lo mejor porque si no solo te radicalizas en tus ideas. En fin, un placer y enhorabuena por esta adaptación de El comensal.

Fuera de la entrevista comentamos que en muchas familias hay sitios fijos en la mesa que hacen sentir más la ausencia cuando el familiar no está. Los judíos en las celebraciones importantes ponen un plato para quien ya no está.

Dejar una respuesta