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Festival Cinema Jove 2019

Miguel Gomes: “La realidad sólo está completa con la imaginación” 

  • El festival reconoció la trayectoria del premiado director portugués con la concesión la pasada tarde de la Luna de València 
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    VALENCIA// RdP Miguel Gomes, premio Luna de Valencia de la 34 edición de Cinema Jove. (FOTO: DANIEL GARCIA-SALA).
  • La Filmoteca proyecta del 21 al 29 de junio un ciclo completo con sus seis películas y dos de sus cortos, seleccionados por el realizador luso.

València (21.06.2019). El cine portugués vive un momento de esplendor en festivales internacionales que no siempre se refleja en las salas comerciales. Sus propuestas transgresoras, entre la realidad y la fantasía, son toda una lección de cómo afrontar la crisis económica a partir de imaginación y oficio. Cinema Jove ha querido reconocer a esta nueva y brillante generación de realizadores concediendo su premio Luna de València a su máximo exponente, el director Miguel Gomes (1972, Lisboa, Portugal) en la gala de inauguración que se celebra esta tarde.

“Gomes es una de las voces más personales, inquietas y rompedoras del cine contemporáneo. Su presencia en el festival aporta una gran dosis de calidad a la programación, porque sus películas trascienden el producto narrativo para devenir obras de arte”, ha valorado el director de Cinema Jove, Carlos Madrid.

La Filmoteca programa del 21 al 29 de junio un completo ciclo que constará de los seis largos dirigidos hasta la fecha por el director y dos cortos que han sido seleccionados por el propio Miguel Gomes: Inventario de Natal (2000), nutrido de los recuerdos personales de las cenas navideñas en el Portugal de los ochenta, y Cantico de las criaturas (2006), donde actualiza en un viaje musical la figura de San Francisco de Asís.

 

Admiración por Alain Resnais

El lisboeta ejerció de crítico de cine entre 1996 y 2000. En un encuentro con prensa y público celebrado esta mañana, ha bromeado con que fue una etapa “accidental” porque nadie le daba una oportunidad como cineasta y valorado el oficio, pues considera que la crítica “sigue siendo preciosa”.

Al arrancar el siglo, se decantó por la dirección y estrenó un surtido de cortos refrescantes y excéntricos que fueron seleccionados en festivales como Locarno, Rotterdam, Buenos Aires y Viena. Aquellos primeros trabajos ya revelaron varias de las claves de su cine; por una parte, su acercamiento visual, estilizado y sensual a relatos que funden el género documental con la ficción pura; por otra, su inspiración tanto en el cine musical como en el mudo con un enfoque lúdico único, donde los diálogos resultan tan relevantes como la música; y, finalmente, los relatos fragmentados en dos o más partes.

A este respecto se ha declarado muy cercano al director francés Alain Resnais, del que ha destacado que hacía “películas como juegos, y establecía reglas al principio para luego dejar libertad en el filme para que todo pueda pasar”. Entre sus películas favoritas de este realizador ha destacado Smoking/No Smoking (1993) y Muriel (1963).

Su paso al formato largo se produjo en 2004 con la comedia musical A cara que mereces, donde se servía de personajes de los cuentos de hadas clásicos para retratar con sarcasmo el paso a la vida adulta. “El imaginario es algo con lo que vivimos todos los días. La realidad sólo está completa con la imaginación”, ha comentado acerca de su propensión hacia la estructura de cuento.

En 2008 estrenó Aquele querido mês de agosto en la Quincena de Realizadores de Cannes, donde sorprendió por su destreza al difuminar las fronteras entre realidad y ficción en un relato veraniego que es tanto un triángulo amoroso como un juguetón ejercicio de cine dentro del cine. Su paso por la prestigiosa sección le abrió las puertas a más de 40 festivales, donde se alzó con varios galardones.

También fue ampliamente reconocida su siguiente película, Tabú (2012), que se alzó con premios Alfred Bauer y FIPRESCI en la Berlinale y los de mejor película en Gante y Cartagena de Indias. Esta vez, el director portugués evocaba el título del clásico de 1923 de Murnau sobre los mares del Sur, para contar una historia de amores imposibles en el contexto de la colonización africana.

Esta película ha sido, precisamente, la más vista de las suyas en el extranjero. Gomes ha adscrito su filmografía al cine con visión no comercial en su país, donde alcanzar los 20.000 espectadores “es una alegría”, y se dan “tentativas frustradas por hacer un cine comercial, pero resulta imposible por el ecosistema económico de Portugal, donde sólo somos 10 millones de personas y a la mayoría no le interesa el cine”.

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VALENCIA// RdP Miguel Gomes, premio Luna de Valencia de la 34 edición de Cinema Jove. (FOTO: DANIEL GARCIA-SALA).

Ambiciosas mil y una noches

La cinefilia se rindió definitivamente a los pies del portugués en 2015 con el estreno de su metadiscursiva trilogía Las mil y una noches. Las tres películas, que él ha bromeado llamando “su misterio de la Santísima Trinidad”, suman un total de seis horas que pueden verse como propuestas independientes. Sus títulos son El inquieto, El desolado y El embelesado. El conjunto arroja una mirada ácida a la crisis política, económica y social en Portugal a partir de la reescritura de los cuentos tradicionales de Oriente Medio.

Por la trama desfilan banqueros que han abusado de la viagra, ballenas que estallan, sirenas en fuga, perros fantasma, incendios forestales, tradiciones rurales en crisis, críticas al sistema sanitario, loas al Benfica, supervivientes en paro, inmigrantes chinas amancebadas con policías portugueses… “Lo viví como el personaje bíblico de Noé, intentando salvarlo todo, metiendo en mi arca el mayor número posible de historias y de protagonistas”, ha recordado.

En esta película trabajó con el director de fotografía del director tailandés Apichatpong Weerasethakul, Sayombhu Mukdeeprom, que considera que hizo “un acto de amor” al involucrarse en un proyecto que le comprometía a vivir un año en Lisboa y donde no había guión, sino que se iba inventando durante el proceso. “Lo que le convenció fue la idea de filmar en celuloide durante todo un año”.

 

Nueva película en Brasil

En estos momentos prepara su próxima película, Selvajara, donde adapta la novela del autor carioca Euclides da Cunha Los sertones, sobre un episodio sangriento sucedido en 1897 entre los habitantes de la aldea de Canudos y la armada de la joven República brasileña, que también recogió Mario Vargas Llosa en su libro La guerra del fin del mundo.

Su nuevo experimento fílmico empezará a rodarse en un año y será el más ambicioso y caro de su carrera, pues incluirá la crónica de guerra, “con balas de cañón y centenares de caballos”, pero también “el estudio etnológico recogido en el libro de Euclides sobre las personas que vivieron allí, así como el botánico y climático”.

El Festival Internacional de Cinema de València – Cinema Jove está organizado por el Institut Valencià de Cultura – IVC y está reconocido por la Federación Internacional de Productores de Filmes (FIAPF).

 

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