Cine actual: estrenos, recomendaciones y festivales.

Drama, Festivales, Ohlala!, Ohlala! Festival, Romántico

FRÁGIL (crítica)

Proyectada en el OHLALÀ, FESTIVAL DE CINE FRANCÓFONO DE BARCELONA, 1-8 de marzo de 2023

Película de Emma BENESTAN, Francia, 2021

                                                         Crítica, traducción adaptada de Véronique GILLE

Duración: 99 min.

Año: 2021
País: Francia
Dirección: Emma Benestan
Guion: Nour Ben Salem, Emma Benestan
Música: Julie Roué
Fotografía: Aurélien Marra
Reparto:
Yasin Houicha, Oulaya Amamra, Raphaël Quenard, Bilel Chegrani, Diong-Kéba Tacu
Género:
Drama. Romántico.

Esta ópera prima de Emma Benestan es una grata sorpresa impregnada de sana y fresca ingenuidad. La directora esboza con fineza y delicadeza el retrato de una juventud por la que el cine se ha interesado cada vez más en los últimos años: la juventud de los suburbios, emigrada, desarraigada, a veces perdida, a veces embalsamada en los cómodos clichés de los que viven del otro lado. La película es conmovedora gracias a los personajes interpretados con franqueza y alegría, incluso con cierta inocencia que sirve a la trama de principio a fin.

Frágil se caracteriza por una realización inventiva y una interesante inmersión en la vida cotidiana de esta juventud. Estamos en Francia, en la ciudad de Sète, donde los jóvenes, chicas y chicos, sueñan, sueñan una y otra vez. ¿Pero con qué sueñan? Eso sí, con su futuro sabiendo que su vida está en condicional. Uno de ellos, Az el protagonista, es ostricultor y vive un momento de euforia amorosa sin igual con su novia Jess, una actriz en ciernes que sueña con una gran carrera. Sin embargo, ella rompe el sueño del enamorado y le niega la felicidad que estaba esperando.

Un drama cotidiano mojado con las lágrimas de un joven que está magullado y se siente despreciado: sí, Az, el grandote, llora a mares la pérdida de sus ilusiones y de su amada. Sí, Az, está desdichado y lo deja saber. Sí, Az es frágil y no lo oculta. ¿A quién? A su grupo de amigos que harán cualquier cosa para que mantenga la cabeza y el corazón fuera de las lágrimas. Sí, se metamorfosea en una ostra -símbolo de la feminidad-, hermafrodita fruto del mar que ama para expresar mejor su dolor asumido y hasta reclamado. La fragilidad no es un monopolio femenino como pretende la sociedad y además, ¿este caparazón de género tiene derecho a ser una prisión de sentimientos? ¿Por qué la fuerza controlada debería ser el monopolio masculino?

Aunque la debilidad de la película es su previsibilidad -todo está escrito desde el principio- y sus extensiones a veces innecesarias, muestra que la fragilidad ya no es lo que era a través de Azzedine. La directora combina compromiso, humor y juegos de palabras (¿conoces a Sophie Marteau?), ligereza, profundidad con cierto ritmo. ¿Y si todos estos jóvenes fueran ostras al acecho en la sombra social con sus fortalezas y debilidades como lo fueron sus padres y abuelos (algunos personajes son particularmente sabrosos, sobre todo el personaje de la abuela de Az)?.. Independientemente del género.

Lo que importa, incluso en las urbanizaciones populares, es la persona porque la periferia, el barrio puede ser… por lo demás, lejos de los clichés. ¿Está bloqueado el horizonte de esta juventud? No. ¿Está destrozada la familia por las sirenas? No. La historia iniciática de la película, depurada, llena de vitalidad y emociones contradictorias, está servida por buenos actores, naturales, aunque algunos a veces adoptan una actuación sobrevalorada. La película es una comedia un poco principiante, simpática y bellamente atrevida. La felicidad no está en las monedas que suenan y tropiezan: está ahí a la orilla del agua, en las rocas, en el cielo azul. No es una juventud asaltada y asaltadora que vive en sus torres de marfil hormigonado dentro de familias emparedadas donde el sueño es la combustión.

Sí, la película chilla, pero también brilla. Esta pequeña sátira es una primera película para degustar porque se aleja de las películas grises y sórdidas de los suburbios (aunque hay que reconocer que abrieron el camino a las urbanizaciones para las cámaras y dieron voz a esta ociosa y poco vista juventud antes de los años 90). Se abandona a las alegrías del baile y a las exaltaciones, a las risas que llevan, a las penas también. La película sugiere que es posible salir de la rutina de los prejuicios de género neutral y aplastarlo todo sin problemas, porque la fragilidad no significa debilidad. Se trata pues de un suburbio que se cuenta de otra manera, tejiendo el telón de fondo de una sutil crítica social donde la psicología viciada o simplista -a fuerza de descuidar la individualidad de estos jóvenes, se les niega su diversidad- no tiene su lugar.

En efecto, Frágil no se reduce a un blockbuster con representaciones repetitivas que cristalizan las angustias de los jóvenes adinerados también presentes en la película. Emma Benestan ha decidido rechazar la mirada exótica, la violencia gratuita, la agresión animal, la autarquía, el extremismo, las historias de tratos, de pandillas, de disturbios y de fracaso de los suburbanos. Su película, fresca y saludable, nos recuerda que si la violencia existe en los suburbios, es sobre todo social y es una reacción íntima al rechazo por el dinero y las apariencias que proporciona. Sólo sale en circunstancias especiales. Así, la película ofrece total libertad al espectador para divertirse “abucheando” el collar de perlas.

El amor en mayúscula puntúa el viaje diario de estas vidas en minúscula a la Pierre Michon donde el «nosotros» es posible. Dulce y divertida, la película es escenario de amores cruzados y ofrece una leve reflexión que dice mucho sobre la compartimentación social. Algunos permanecen aislados de un sector completo de la sociedad. Borrar fronteras es importante, porque en todo caso el denominador común entre los seres es el amor. Todos están unidos por una comunidad de emociones y sentimientos, pero no tienen las mismas oportunidades. Sin embargo, la película es un encuentro posible borrando la vergüenza de los orígenes, atreviéndose a poner palabras a los propios sentimientos y siendo uno mismo, sólo uno mismo sin que el espectador se aburra como… una ostra. LIBERTAD, IGUALDAD, FRAGILIDAD.

Para ver versión en francés pulsar aquí.

Dejar una respuesta