Ficha técnica
Dirección: Andrés Muschietti
Música: Benjamin Wallfisch
Fotografía: Chung Chung-hoon
Intérpretes: Bill Skarsgård, Jaeden Lieberher, Sophia Lillis, Finn Wolfhard, Wyatt
Oleff, Jeremy Ray Taylor, Jack Dylan Grazer, Chosen Jacobs, Nicholas Hamilton, Jake
Sim, Logan Thompson, Owen Teague, Jackson Robert Scott
Género: terror, fantástico
País: EE UU
Año: 2017
Duración: 135 minutos
Crítica
A punto estuve de no ir a verla al cine. Me resultaba poco atractiva y quizá por ello me gusto. Al final, pensé, el libro no me lo leo (unas 1.500 páginas) pero dos horitas y media aún le puedo dedicar.
Mientras la veía pensaba muchas cosas, es decir, no entré totalmente en ella. Me recordaba a Pesadilla en Elm Street (1984) sólo que Pennywise, el payaso, ataca cuando las víctimas están despiertas lo cual es molesto pero descansar es más importante. También pensé que, pese a ser mejor que la original, un payaso «asesino-diabólico-sádico» era como demasiado, pero hay asesinos igual de absurdos como la aerobicida, el asesino consciente, el del microondas, el del taladro, Funny Man, etc. De todas formas no fui a ver una película lógica y verosímil sino de entretenimiento. Y cumplió.
Me pareció mucho más interesante cuando era sutil (*) que cuando recurría a efectos
especiales llamativos y saturantes. Como suele ocurrir, el malvado tiene mucho poder para algunas cosas pero parece que lo pierde por momentos para dar vidilla a las víctimas. De hecho, la mayor parte del tiempo no hace nada hibernando hasta 27 años (Jeepers Creepers se lo curraba más despertando cada 23 años).
It convierte en real para su víctima sus peores miedos pero él en si ya es inquietante,
especialmente porque no sabemos el motivo que le impulsa a actuar con tanta crueldad sobre sus indefensas víctimas. El payaso deshumanizado tras capas de maquillaje es perturbador por lo absurdo e irreal de su exagerada expresión que posiblemente oculte algo que con el miedo puede volverse terrorífico. El miedo es una emoción que puede distorsionar la realidad y por tanto existe alguna posibilidad de dominarlo y vencerlo. Eso es lo que intentarán hacer los protagonistas que, por cierto, están muy acertados.
(*) Spoiler leve, más tratándose de un remake
- Beverly Mash desenrollando una cinta métrica rígida por el desagüe del lavadero sin que ésta llegue a tocar fondo.
- El cuadro torcido que tras enderezarlo cae al suelo perdiendo al personaje “modiglianiero” que hay en él. –Dicho personaje es el actor y director Javier Botet.
- El cartel anunciando la desaparición del personaje que se lo ha encontrado.
- El brillo en lo oscuridad del sótano de dos lucecitas rojas que se antojan ojos y que al encender la luz parecen dos brillos de un bote de pintura.
- Y sobre todo los no tan sutiles problemas familiares de los protagonistas que
desgraciadamente ocurren en la vida real.
Bibliografía: Psychobase 333 asesinos de cine
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