XVIII Festival de Cortometrajes de Vinaròs Agustí Comes

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En apenas 10 días dará comienzo el XVIII Festival Internacional de Cortometrajes de Vinaròs Agustí Comes cuya Sección Oficial tendrá lugar entre el día 16 y 18 de julio y que contará, como cada año, con la Macedònia de curts del día 21. Todos estos eventos tendrán lugar en el JJ Cinema a las 22:00 h. Para la entrega de premios del día 27 se ha optado por el paseo marítimo también a las 22:00 h. Además, en el Auditorio Carles Santos se proyectarán algunos cortometrajes de ediciones anteriores el próximo jueves día 11 a las 20:00 h y una selección de cortometrajes de los alumnos de artes audiovisuales de la Facultad de Bellas Artes de la UNLP (Argentina) el día 25 a las 20:00 h. La entrada para las proyecciones en el JJ Cinema tendrá un coste de 1 € y  será libre en el caso de la entrega de premios y la reposición de cortometrajes de ediciones anteriores.

Este año podremos disfrutar también de una conferencia sobre Passolini: “Passolini y la dictadura del presente” en el Auditorio Carles Santos el día 20 a las 19:00 h a cargo del crítico de cine Daniel Gascó, que ya nos deleito el año pasado con su excelente conferencia “El mundo de Rafael Azcona”. Daniel Gascó es un apasionado del cine que, a parte de ser crítico, es gerente de uno de los escasos videoclubs que quedan en España ofreciendo películas de todos los tiempos y siendo su negocio «un imán de cinéfilos».

Y no nos olvidemos de Vinaròs en curt “Felipe Osanz”, pero eso ya será el 28 de septiembre.

En sus 18 años de trayecto el festival llega a esta edición cargado de actividades fruto de la motivación y el entusiasmo de las personas que lo hacen posible, especialmente Nati y sobre todo por el apoyo del público que da sentido a su existencia. Este año se han sobrepasado los 1.000 cortometrajes a seleccionar suponiendo una considerable carga de trabajo para el jurado y un claro indicio de la relevancia que ha adquirido este festival. A nivel de imagen se ha vuelto a contar con el buen hacer de Jorge Felix que como ya sucedió el año pasado nos brinda un excepcional cartel cargado de significado y personalidad que capta y representa nuestra identidad como pueblo y como festival.

Como cada año se ha procurado seleccionar lo más objetivamente posible independientemente de premios, promociones, ideologías o cualquier otra consideración más allá del valor artístico del material recibido. Quizás sí pueda influir en la selección el deseo de presentar una programación con diversidad de nacionalidades y temáticas buscando sobre todo la presencia de la comedia, que un año más es escasa. También como cada año ha habido varios problemas principalmente con los subtítulos que han obligado a contactar con los participantes. Sorprendentemente, algunos cortometrajes muy buenos no llegan a ser seleccionados por no querer ajustarse a una de las bases: “Deberán venir subtitulados en castellano o catalán, todos aquellos cortos que no estén rodados en cualquiera de estos dos idiomas”. Personalmente he señalado a algunos participantes que tenerlo subtitulado en castellano les abriría las puertas a un sinfín de festivales dada la relevancia de esta lengua pero parece que subtitular cuesta mucho…

La ciudad de Vinaròs necesitaba tener su propio festival y fue un acierto apostar por el cortometraje. En otras ocasiones he comentado su importancia para las personas que empiezan en el mundo del cine dado que permite contar historias a un coste menor tanto de tiempo como de recursos y sobre todo dinero. Actualmente, seamos conscientes o no, buscamos contenidos audiovisuales más cortos por la inercia de una vida más acelerada y la falta de tiempo. En este sentido el cortometraje cubre satisfactoriamente esa parte de ocio necesaria y por eso también se consumen más series. A veces dentro de una misma serie hay más diferencias entre sus capítulos que entre los cortos que se seleccionan en un festival. Por ello, es posible que este metraje secundario pueda encontrar mayor difusión por los cambios en los hábitos de consumo. Si nos fijamos, se está disolviendo el concepto de serialidad que se confunde con la aglutinación de cortometrajes y como ejemplos tenemos Black Mirror o Love, Death + Robots aunque si mantengan cierta unidad temática.

Quiero lanzar la idea de que su consumo podría verse favorecido por el hecho de que cada vez más gente se ve obligada a desplazarse y los cortometrajes podrían adaptarse perfectamente a los diversos tiempos de desplazamiento en metro, tranvía, ferrocarril,… Pienso que podría crearse una aplicación, APP, que creo que no existe, en la que le indiquemos el trayecto que vamos a realizar y nos ofrezca los cortometrajes en función del recorrido en transporte público considerando también si queremos ver o no los créditos. La mejora de la conectividad y coberturas, ya estamos viendo cambios con el 5G, hace muy viable este tipo de consumos. Por otra parte, sabemos buscar en el móvil, pero no que buscar y una idea así potenciaría esta modalidad de cine.

En fin, el cortometraje está creciendo.